
La última vez que vimos al campeón mundial de cuatro pesos y alguna vez rey libra por libra, Román González, estaba en el lado perdedor de una animada exhibición contra Juan Francisco Estrada en el Gila River Arena en Glendale, Arizona, el 3 de diciembre. 2022.
Desde entonces, el popular nicaragüense de 36 años ha pasado un tiempo alejado del boxeo, construyendo su portafolio inmobiliario que inició allá por 2017.
González, el peso gallo junior número 2 de The Ring, sintió que necesitaba tiempo para recargar sus baterías, pero aún no ha terminado con el boxeo.
“La derrota definitivamente no fue lo que esperaba, pero creo que de cada partido aprendo mucho”, dijo González (51-4, 41 nocauts) a The Ring a través del veterano manager Carlos Blandón. “La mayor lección de este combate es que en esta etapa de mi carrera tengo que equilibrar mis campos y escuchar mucho más la recuperación de mi cuerpo para estar en las mejores condiciones cuando llegue la noche de la pelea.
“Doy gracias a Dios por darme la oportunidad de luchar una vez más. Todavía tengo fuego y hambre por un par de partidos más. Mi familia y mi legado son mi mayor motivación, pero para este partido mi mayor motivación es ganar para tener otra oportunidad por el título antes de retirarme y con la voluntad de Dios retirarme como campeón mundial”.
González espera regresar en noviembre y dice que será una eliminatoria por el título mundial y se llevará a cabo en Estados Unidos, Japón o México.
“Hay muchas oportunidades en mi división”, dijo. “El único campeón con el que no pelearía es [el campeón de la OMB Junto] Nakatani porque pertenecemos al mismo equipo y familia, Teiken. En mi opinión, el resto de los cinturones están en juego”.
Sin embargo, el futuro miembro del Salón de la Fama tiene una vocación más alta que el boxeo.
“Me gustaría que me recuerden que usé sabiamente el talento que Dios me dio, usar mi plataforma para alabar a Dios y mostrarle a los jóvenes que vienen, que no importa de dónde seas y en qué situación económica te encuentres, si tu corazón desea ser genial, lo puedes lograr y para llegar ahí tienes que poner a Dios como tu guía”, afirmó el luchador profundamente religioso.